viernes, 30 de abril de 2010

Feliz Dia.

Algo me hace ruido desde hace unos dias, y es por el fetejo del 1º de Mayo. Escuche en algunos medios y lei por ahi que el 1º de mayo se "festeja el dia del trabajo", y me puse a pensar que se quiere decir festejar el dia del trabajo? Tal vez nombrar al 1º de Mayo como dia del trabajo y no del trabajador sea una forma de restarle importancia a las conquistas que logramos los trabajadores con Peron desde la secretaria de Trabajo y Prevision, y posteriormente con sus presidencias.
Si en el mundo 1º de Mayo se festeja el dia del trabajo, Nosotros en Argentina festejamos el dia del Trabajador, porque recuperamos la dignidad como trabajadores, gracias al General Peron. Por que despues de ser perseguidos, torturados y desaparecidos, los trabajadores seguimos luchando. Porque despues de arrebatarnos la esperanza en los 80, 90 y el 2001, seguimos de pie estamos en camino a recuperar los derechos logrados con el General Peron.
Feliz dia del Trabajador a todos los compañeros. Y en este dia nada mejor que recordar al Primer Trabajador.

martes, 20 de abril de 2010

24 de Abril 95 años del Genocidio Armenio


El Genocidio Armenio

Los primeros pasos los dará el sultán Abdul Hamid (1876-1909). Entre 1884-1896 son masacrados aproximadamente 300.000 armenios. Es derrocado el sultán Hamid el poder pasa a manos de los Jóvenes Turcos.
Lo que en principio pareció el inicio de una época de paz y fraternidad, basada en la igualdad de derechos, poco a poco se fue transformando en el período más oscura de la historia armenia.
En el nuevo orden elaborado por los Jóvenes Turcos, los armenios constituían un obstáculo. La Primer Guerra Mundial facilitó la concreción de su objetivo: transformar un imperio heterogéneo en un estado homogéneo fundado en el concepto de un pueblo, una nación.
"Una de las metamorfosis más inesperadas y trágicas de la historia contemporánea armenia fue el proceso que se desarrolló de 1908 a 1914, durante el cual los Jóvenes Turcos, de apariencia liberal, se transformaron en nacionalistas extermos, ávidos de crear un orden nuevo y de suprimir la cuestión armenia, eliminando al pueblo armenio" (Richard Hovannisian "La question arménienne").
Del 23 al 24 de Abril de 1915 fueron detenidos, deportados a Anatolia y asesinados unos 650 dirigentes armenios de Constantinopla. A partir de entonces, se dio la orden de deportación de la población civil, desde las zonas de guerra en el Cáucaso, hacia los centros de reinstalación, en los desiertos de Siria y Mesopotamia.
El mismo esquema de arresto y asesinato de los líderes y de los hombres mayores de 15 años, así como la deportación del resto de la población -mujeres, ancianos y niños-, hacia los desiertos de Siria, se repitió en todos las localidades armenias.
Esta larga marcha, que para muchos fue el camino hacia la muerte, era acompañada de violaciones, torturas y robo de lo poco que llevaban consigo los deportados. Los pocos que lograron sobrevivir, fueron trasladados a distintos puntos del Medio Oriente donde el hambre y las epidemias hicieron su parte.
Los hechos descriptos fueron encuadrados dentro del concepto de GENOCIDIO.
A partir de entonces, la emigración de los armenios fue casi total. De 2.100.000 almas en el Imperio Otomano, en 1912, de acuerdo con las estadísticas del Patriarcado Armenio de Constantinopla se pasó a 77.435, en 1927, concentradas especialmente en Estambul y aproximadamente 50.00 en 1993.
A pesar de la política de negación que encaró el gobierno turco, sobre todo a partir de 1920, los archivos europeos y americanos, así como el análisis de los hechos a partir de los testimonios de los sobrevivientes, demuestran que el Genocidio armenio fue un hecho premeditado, destinado a la eliminación del pueblo armenio por no renunciar a la preservación de su cultura.
El reconocimiento del genocidio armenio tiene por dueña a la humanidad en su conjunto. Es la misma humanidad su beneficiaria.
Pero tiene un enemigo concreto: la barbarie, el salvajismo y la irracionalidad encarnadas en aquellos Jóvenes Turcos que mutilaron, exterminaron, usurparon y blandieron su hacha contra la razón misma.
A pesar de todo, no es venganza lo que reclamamos, porque estamos a salvo de las ínfimas pasiones. Pero si nuestros antepasados sufrieron la fuerza irrefrenable de la brutalidad criminal y sin embargo siguieron predicando el amor..., nuestra obligación es no olvidar.
Sabemos que el camino es largo, pero lo hemos emprendido con entereza, porque la moral está de nuestra parte y porque el Derecho -el universal, el consuetudinario y el positivo internacional-, nos sostiene.
Fuente: http://www.genocidioarmenio.org